Lista de lecturas voluntarias I

Aquí tenéis una lista (que iremos ampliando) de los libros que voluntariamente podéis leer para subir nota. Si el título aparece en cursiva quiere decir que ese libro os lo puedo prestar yo; si no lo está, quiere decir que lo tenéis en la biblioteca del centro. Entre paréntesis aparece la puntuación máxima que se puede obtener por la lectura y la realización del trabajo correspondiente del libro.
Nota.- Si el trabajo está copiado, restará el doble de la puntuación máxima que hubiera sumado.

1. Saber perder, David Trueba. Anagrama, 520 págs. (0,7). Libro de corte realista que nos cuenta la historia, como un puzzle donde las piezas encanjan, de cuatro personajes que van buscando su lugar en el mundo: Sylvia, una chica adolescente que empieza a descubrir el amor y el sexo; Lorenzo, el padre de Sylvia, un hombre en plena crisis; Leandro, el padre de Lorenzo y abuelo de Sylvia, un señor mayor que se debe enfrentar a la vejez; y Ariel, un guapo y joven futbolista argentino recién llegado a Madrid para triunfar, o no. La novela se lee bien, y lo que es mejor, te va atrapando poco a poco. Dirigida sobre todo a quienes tienen ya cierto bagaje lector (es decir, que están acostumbrados a leer) y disfrutan con las historias realistas, los personajes de carne y hueso y las tramas en las que lo que importa es la evolución de los personajes. Abstenerse de escogerla todos aquellos a los que le gustan los libros de evasión y fantasía, y aquellos a cuyos padres les puede molestar algunas escenas de sexo.

2. Perrera, Daniel Ruiz García. Dum Spiro Ediciones, 206 págs. (0,45). Esta novela va un poco en la estela de la película Siete vírgenes, ya que narra la historia de tres amigos que viven en una de esas zonas urbanas que están al límite de la marginación. Al principio cuesta algo leerla, pues su autor tiene una clara vocación de estilo, y ese estilo, muy pegado a esa realidad urbana, adolescente y marginal, no es, en un principio, fácil de asimilar. Se trata de un libro duro, que no te da respiro, sin concesiones a lo sentimental, un libro que, en plan metáfora, es como pasear por una plaza sin árboles a las cuatro de la tarde de un día cualquiera del mes de agosto. Tela. Pero tiene su punto, sobre todo si te gustan las historias realistas, los personajes perdidos, la lucha por la supervivencia en un mundo hostil. Si te gustan las historias dulces, románticas, bonitas, éste no es tu libro, y si tus padres son de la opinión de que no debes ver o leer escenas de sexo y violencia, pues tampoco.

3. No tengo miedo, Niccolò Ammaniti. Mondadori, 200 págs. (0,3). Novela de fácil lectura que te atrapa rápidamente y te engancha hasta el punto de no poder dejar de leerla (bueno, eso al menos me pasó a mí). Nos cuenta la historia de un chaval al que el descubrimiento de algo insólito en una casa abandonada, le va a cambiar la vida. Es lo que se conoce con el nombre de novela de iniciación, es decir, una novela en la que un niño deja el mundo idílico de la infancia para adentrarse en el mundo real de los adultos. Y desde ese momento ya nada vuelve a ser igual. De estilo ágil y también cuidado, con rápidos cambios en la trama y sorpresas constantes, este libro le gustará a los que les gusten las novelas realistas pero con un punto de misterio, y también a los que no estén acostumbrados a leer. Tus padres no pondrán ninguna pega.

4. La sombra del águila, Arturo Pérez Reverte, Alfaguara, 151 págs. (0, 2). Personalmente no me gusta Arturo Pérez Reverte, pero esta novelita no está mal, se lee bien, presenta una buena ambientación y tiene un estilo que te arrastra y te deja llevar (el estilo es como la música de una canción). Además está la trama, una trama que pone de manifiesto la estupidez humana cuando se utilizan palabras tan grandes y solemnes como Patria, Religión o Raza. Y ahí sí que se luce Pérez Reverte. ¿Qué cuenta el libro? Pues la historia de cómo el ser humano es el animal que mejor se adapta al medio (por algo, desaparecieron los dinosaurios y nosotros seguimos aquí, aunque en este tema mucho tendrían que decir las cucarachas), y también nos cuenta que a veces, los que parecen héroes no son sino pobres desgraciados que lo único que pretenden es salvar el pellejo. Todo ello narrado con un humor tragicómico y con un estilo que, vuelvo a repetir, te lleva fácilmente. Recomendado para aquellos a los que no les guste leer mucho y para los que disfruten con la novela histórica, es decir, la que te cuenta hechos ambientados en una época histórica muy reconocible. También disponible en la biblioteca.

5. Pudor, Santiago Rocangliolo. Alfaguara, 182 págs. (0, 25). Novela de corte realista pero que introduce elementos fantásticos o al menos, surrealistas (un niño que habla con muertos, un gato con una personalidad muy fuerte, una madre que recibe anónimos pornos...) Si tus padres opinan que en cuestión de sexo mejor que no leas algunas cosas, no escojas este libro. Pero si eres de los que disfrutan con historias cotidianas pero a la vez raras, historias que hablan de la soledad y de la necesidad de afecto que todos tenemos, entonces sí te va a gustar esta novela. No es una novela bonita, romántica, dulce... es una novela en la que el concepto de la familia se pone en cuestión, y hasta el final no sabrás si esa familia se salva o naufraga.

6. La jauría y la niebla, Martín Casariego. Algaida, (o,45). Otra novela de corte realista, muy realista, tan realista que lo que nos cuenta esta novela puede estar pasando hoy día en cualquier instituto que tú conozcas. ¿Y qué nos cuenta? Nos cuenta la historia, también entrelazada, de tres personajes: dos chicos, hermanos, uno pequeño y otro adolescente, y un escritor ya mayor que visita un instituto para hablar de su último libro publicado. Te gustará si te gustan las historias que hablan de lo que pasa en la realidad, si te interesa el cómo y el por qué el ser humano a veces actúa como un animal (de ahí lo de la jauría del título), y si piensas que, pese a lo fea que a veces es la vida, siempre hay un lugar para creer en uno mismo y en los demás. Lo que cuenta es duro, pero merece la pena enterarse. Si vas buscando amor romántico, fantasía, despreocupación, búscate otro libro.

7. Lo que perdimos. Catherine O'Flynn. Seis Barral, 311 págs. (0,4). Esta es una novela de fantasmas, pero no de miedo, porque los fantasmas que aparecen en esta novela son fantasmas muy especiales, fantasmas con los que tú te cruzas todos los días por la calle o incluso por tu casa. Por poner una pega, a la trama le cuesta arrancar un poco, así que hay que tener paciencia para poder saborear y entender lo que nos quiere contar. Recomendable para aquel o aquella a los que les gusten las historias tranquilas, que hablan de sentimientos, de soledad, de la necesidad que tenemos de que nos quieran y nos cuiden. Hay una trama también de misterio, porque hay que descubrir qué le pasó a ese fantasma tan especial, por qué desapareció, aunque no es lo principal del libro. Si vas buscando miedo y terror, este no es tu libro.

8. Quieto, Màrius Serra. Anagrama, 180 págs. aprox. (0,3). Hay libros que te cuentan una historia y te gustan, y hay libros que te cuentan una historia y te conmueven hasta los huesos; Quieto pertenece a esta segunda clase de libros. ¿Y por qué conmueve? Porque el autor, Màrius, es el padre de Lluis, y nos cuenta la historia de Lluis, Llullu, un chaval que nació con una encefalopatía grave, pero además es una historia de amor tremenda, de entrega, de rabia y de aceptación. Contada de manera aparentemente caótica, este libro nos mete en el día a día de una familia especial, especial porque hay un ser especialísimo dentro de ella, un ser distinto que parece que no da nada, y lo da todo. Si la lees y la lees bien, la disfrutarás; si eres de los que no te interesan los problemas de los demás, no la leas. Tampoco la leas si tienes una sensibilidad esponja, es decir, si te afectan demasiado las cosas. La vida en estado puro.

9. El dueño de su historia, Alejandro Pedregosa. Point de lunettes, 205 págs. (0,4). Esta novela me la leí en una tarde, y no porque sea corta, que lo es, sino porque la historia que te cuenta, además de estar muy bien contada, te atrapa. No es una novela de misterio, pero hay un misterio en la novela, no es una novela de amor, pero hay una historia de amor en ella, y sobre todo lo que hay es la historia de un hombre mayor que quiere ajustar cuentas con el pasado, y la historia de un joven que quiere vivir su vida con todas sus consecuencias. Recomendable para los que quieran pasar un buen rato y a la vez quieran conocer mejor lo que pasó en una época reciente de la historia de España.

10. Si nadie habla de las cosas que importan, Jon Mc Gregor. Salamandra, 284 págs. (0,7). Esta novela, a pesar de no tener más de 300 páginas, vale como una de 500. ¿Por qué? Porque su estructura a modo de puzzle la hace, en principio, muy complicada, es decir, te va a costar leerla, pero una vez que le cojas el truco, la novela y la trama que cuenta se van a ir apoderando de ti y tú te vas a ver inmerso en una historia que son varias historias de gente normal y corriente pero que tienen, todos, algo que resolver en sus vidas. Ambientada en el Londres multiétnico y diverso de la actualidad, la novela nos habla de cómo superar lo insuperable, del dolor, de la muerte, del amor no correspondido. En fin, de lo que hablan todas las buenas novelas.

11. Mira si yo te querré, Luis Leante. Punto de lectura, 314 págs. (0,35). Esta no es una gran novela, es una novela que está bien. Indicada sobre todo a los y a las que les gustan las novelas no muy complicadas y que contengan amor y cierta dosis de misterio. Nos cuenta la historia de un soldado español destinado en el Sáhara, cuando el Sáhara aún era colonia española. ¿Por qué ha acabado un chico de Barcelona enrolado en el ejército y destinado al Sáhara? ¿Por amor? ¿Quizás por desamor? Si quieres conocer la historia de Santi, Montse y demás personajes, léela.

12. Dulce compañía, Laura Restrepo. Alfaguara, 234 págs. (0,4). De Laura Restrepo yo os recomendaría Delirio, novelón-novelón, pero creo que no habría puntos para darle a quien lograra leerla y hacer la ficha de lectura, así que me conformo con que alguien se lea Dulce compañía, mucho más asequible y fácil de leer. No es la maravilla de Delirio, pero no está mal. ¿Te imaginas que un día, cerca de tu casa, aparece un ángel? Pues algo de esto nos cuenta esta novela, lo que pasa es que en vez de en Dos Hermanas el ángel se aparece en Colombia, pero ¿es realmente un ángel ese ser misterioso que vive en una chabola, o es un impostor? De averiguarlo se encargará una periodista que nos lo irá narrando, y a la vez que la historia transcurre, aparecerán algunos escritos más poéticos que narrativos, que nos hablarán de los ángeles y de sus mundos. Te gustará si estás acostumbrado/a a leer, si no te asustan los libros con un punto lírico, y sobre todo si no te importan los finales abiertos y sorprendentes. Si eres religioso o tus padres lo son, quizás no les guste este libro, así que búscate otro.